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Tal como se señaló en comentarios anteriores la porfía del sr.avendaño para conservarse en el cargo de rector ha llevado a la UTEM a un punto crítico de su existencia.

Pareciera no importarle que el descrédito de la UTEM implica el descrédito de las decenas de miles de egresados y títulados de la UTEM y de los 17.000 mil alumnos que junto a sus padres sueñan con sacar su título profesional.

Sus ambiciones de riqueza y de poder parecen no tener límite.

Tampoco debemos olvidar el daño que le hace a los cientos de funcionarios que han dedicado sus vidas al desarrollo de la universidad, pues los expone a la cesantía con edades que superan las exigencias del mercado.

Tampoco debemos olvidar que hay un pequeño grupo de académicos que se tomaron en serio su misión de educadores y que ahora ven cuestionado su labor silenciosa de docentes, y que no se aprovecharon de los regalos que les ofrecía el sr. avendaño a cambio de su silencio o colaboración.

Los estudiantes de la UTEM deben exigir que se cobren las responsabilidades de tanto perjuicio acumulado, ya sean "académicos" o de directivos que han usufructuado de las regalías del rector.

El trabajo de limpieza es arduo pero contamos con la fortaleza del movimiento estudiantil que sabrá sobreponerse a la adversidad.