En el marco de la decepción y la impotencia, al sentirse pasada a llevar, al no ser escuchada y, también queriendo demostrar cuales son los sentimientos y emociones que se mezclan al momento de tratar de “ejercer la democracia en la calle” como lo dijo el Presidente Lagos en su gobierno y, se termina practicando la democracia en las comisarías, mojados por los carros lanza aguas o intoxicados por los gases lacrimógenos, una violencia injustificada, es que la Estudiante secundaria actúa y no simplemente por violentos comportamientos sociales o problemas sicológicos, “del corazón” o de educación moral, como aluden todos los poderosos y omnipotentes jueces dueños de la verdad. Esa clase política que cada vez más se aleja de las realidades sociales y las carencias de un país que al contrario de cómo lo indican las cifras, retrocede y no avanza hacia el desarrollo.
Los comportamientos sociales, a los cuales responde un individuo, obedecen directamente al entorno y a la vinculación con el medio social en el cual se desenvuelven, por lo tanto también los responsables, directa o indirectamente son aquellos que juzgan los actos de las personas, aludiendo a la democracia y los juicios de valor, sin hacerse cargo de la destrucción sistemática de una sociedad entera.
Es extraño escuchar a los mismos que hablan de la construcción de un país más igualitario y justo, exigiendo la expulsión de esta Estudiante de su establecimiento, negando de mayor forma el acceso a la educación, de manera injustificada y casi egoísta, como lo dicen los alcaldes Pablo Zalaquett y Raúl Alcaíno. O más insólito aún es oír al ex Presidente de la República, Eduardo Frei, haciendo un llamado a “rechazar violentamente los acontecimientos”.
La democracia y las leyes…
En estos momentos, es cuando aparecen los defensores de la moral, las buenas costumbres y la democracia. Los mismos que firman acuerdos a espaldas de los reales actores sociales, en base a una democracia disfrazada, falsa y suplantadora. No es casualidad que personeros políticos de todos los partidos, defiendan el cargo de tan importante ministra de Estado, cuando extrañamente a la anterior no les importó sus sentimientos y emociones demostradas ante todo un país, con todos esos actos lastimeros, de lágrimas y pena. Pensando que ahí también existe violencia moral…Es penoso y desmoralizante aquel acto de seudo democracia que invitan a la sociedad a ejercer. Discusiones, participación…solo agotamiento de los movimientos sociales, toman nota en “vasos de agua” y nos “firman acuerdos en el aire”. No es menor cuando la ministra dice “aquí la ley no está en discusión, son solo mejoramientos a la educación municipalizada”. Las demandas sociales, no se traducen en medidas parche – como siempre -, son por sobre todo colectivas y transformadoras.
Bloque Estudiantil UTEM
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